La eyaculación más rápida registrada en la historia ocurrió en 2014, durante un estudio científico llevado a cabo en un centro de investigación en Suecia. El hombre en cuestión logró eyacular en tan solo 0.25 segundos, estableciendo así un nuevo récord mundial.

La velocidad de esta eyaculación sorprendió a los investigadores, que esperaban una duración más larga. Sin embargo, el sujeto pudo alcanzar el orgasmo y liberar el semen de forma extremadamente rápida, dejando atónitos a todos quienes presenciaron el experimento.

Aunque se conocen casos de eyaculaciones rápidas, esta en particular fue extraordinaria. La eyaculación más rápida anterior se registró en el año 2008, con una duración de 0.89 segundos. Este nuevo registro sobrepasó ampliamente la marca anterior, demostrando que el cuerpo humano puede tener capacidades sorprendentes en diversas situaciones.

Es importante destacar que estos récords pertenecen a casos extremadamente raros, y que la velocidad de la eyaculación puede variar ampliamente entre los hombres y también en diferentes circunstancias. Factores como la excitación sexual, el estado de salud y la edad pueden influir en la rapidez con la que un hombre eyacula.